sábado, 20 de junio de 2009

INFIDELIDAD, nosotros SI pero los hijos NO

Publicado por: Patricia Sadino Ch.



Se presentan infinidad de divorcios y un sin número causados por infidelidades.

La infidelidad es una traición a la pareja se ultraja la intimidad, confianza y respeto. Causa un dolor inmenso en aquél que es traicionado(a).
Para que exista un infiel tiene que haber otra persona que se preste para dicha infidelidad. Es decir, a mucho(as) se nos han presentado situaciones que nos invitan a la infidelidad, pero reside en nosotras (os) el aceptar o rechazar dicha invitación.
Por ello enfatizo que se requiere de dos, el (la) que lo propone y la (el) que acepta. Las infidelidades se dan por común acuerdo y por libre elección. Nadie es forzado a la infidelidad.

Por ello las excusas como:

1- Me vi comprometido(a).
2- No tuve alternativa
3- Tu fuiste la causante de la infidelidad
Son comentarios irreales.

Hay infidelidades casuales que se dan aleatoriamente sin planearlas en un momento de impulso.
Otras infidelidades son permanentes en las cuales se establece una “relación de pareja”, y ambos sienten que están hechos el uno para el otro. Compartiendo así su mundo particular en el cual son cómplices del engaño.
Ambos amantes piensan o más bien se engañan pensando que no hacen mal a nadie.

La mujer que se convierte en la amante, traiciona y denigra a su propio género (la esposa del otro) hiriéndola y poniéndola en evidencia.
Así mismo, el hombre que es el amante de una mujer casada, extiende su infidelidad a su género faltando a la integridad del marido de la otra.

¿Qué sucede cuando los amantes se casan?

Si el hombre se casa con el amante, o la mujer se casa con su amante. Aquellos amantes se convierten en esposos y esto al principio funciona pero después surge la interrogante ¿si el/ ella fue infiel conmigo, quién me asegura que ahora que soy la esposa(o) no sea infiel con otro (a)?

Es decir, el amante se prestó para serlo, existirán otros que también lo acepten.
Comienzan así los celos desmesurados, la desconfianza y un vigilar constante.

La doble vida, hoy en día es muy común, sin embargo su frecuencia no la normaliza.

¿Cómo explicar a los hijos nuestra infidelidad?

Decimos acaso “Yo fui infiel pero tu no debes serlo” ¿Cuáles argumentos nos sustentan antes los hijos?
Imagino que no deseamos que nuestro hijo en un futuro fuese infiel a su esposa causando sufrimiento tanto a ella como a sus hijos (nuestros futuros nietos).

¿Vemos a nuestra hija siendo amante de alguien casado?

Reprobaríamos este actuar en los hijos, quedándonos con el lema Nosotros Si pero los hijos NO.
Se requiere de más valor terminar una relación establecida sin tener a otra persona esperando en la puerta, que terminarla sabiendo que alguien nos aguarda con los brazos abiertos.

En estos tiempos, al parecer las personas son percibidas como desechables, existiendo una individualidad mal entendida, en donde por querer ser autónomos nos volvemos en un extremo egoístas.

¿Tú que piensas?

























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INFIDELIDAD, nosotros SI pero los hijos NO.

Publicado por: Patricia Sadino Ch.



Se presentan infinidad de divorcios y un sin número causados por infidelidades.

La infidelidad es una traición a la pareja se ultraja la intimidad, confianza y respeto. Causa un dolor inmenso en aquél que es traicionado(a).
Para que exista un infiel tiene que haber otra persona que se preste para dicha infidelidad. Es decir, a mucho(as) se nos han presentado situaciones que nos invitan a la infidelidad, pero reside en nosotras (os) el aceptar o rechazar dicha invitación.
Por ello enfatizo que se requiere de dos, el (la) que lo propone y la (el) que acepta. Las infidelidades se dan por común acuerdo y por libre elección. Nadie es forzado a la infidelidad.

Por ello las excusas como:

1- Me vi comprometido(a).
2- No tuve alternativa
3- Tu fuiste la causante de la infidelidad
Son comentarios irreales.

Hay infidelidades casuales que se dan aleatoriamente sin planearlas en un momento de impulso.
Otras infidelidades son permanentes en las cuales se establece una “relación de pareja”, y ambos sienten que están hechos el uno para el otro. Compartiendo así su mundo particular en el cual son cómplices del engaño.
Ambos amantes piensan o más bien se engañan pensando que no hacen mal a nadie.

La mujer que se convierte en la amante, traiciona y denigra a su propio género (la esposa del otro) hiriéndola y poniéndola en evidencia.
Así mismo, el hombre que es el amante de una mujer casada, extiende su infidelidad a su género faltando a la integridad del marido de la otra.

¿Qué sucede cuando los amantes se casan?

Si el hombre se casa con el amante, o la mujer se casa con su amante. Aquellos amantes se convierten en esposos y esto al principio funciona pero después surge la interrogante ¿si el/ ella fue infiel conmigo, quién me asegura que ahora que soy la esposa(o) no sea infiel con otro (a)?

Es decir, el amante se prestó para serlo, existirán otros que también lo acepten.
Comienzan así los celos desmesurados, la desconfianza y un vigilar constante.

La doble vida, hoy en día es muy común, sin embargo su frecuencia no la normaliza.

¿Cómo explicar a los hijos nuestra infidelidad?

Decimos acaso “Yo fui infiel pero tu no debes serlo” ¿Cuáles argumentos nos sustentan antes los hijos?
Imagino que no deseamos que nuestro hijo en un futuro fuese infiel a su esposa causando sufrimiento tanto a ella como a sus hijos (nuestros futuros nietos).

¿Vemos a nuestra hija siendo amante de alguien casado?

Reprobaríamos este actuar en los hijos, quedándonos con el lema Nosotros Si pero los hijos NO.
Se requiere de más valor terminar una relación establecida sin tener a otra persona esperando en la puerta, que terminarla sabiendo que alguien nos aguarda con los brazos abiertos.

En estos tiempos, al parecer las personas son percibidas como desechables, existiendo una individualidad mal entendida, en donde por querer ser autónomos nos volvemos en un extremo egoístas.

¿Tú que piensas?

martes, 2 de junio de 2009

Las Comparaciones

Publicado por: Patricia Sandino Ch.




Las comparaciones seguramente te han acompañado a lo largo de la vida.

Si las recuerdas vivamente, indudablemente es porque fuiste comparada con otra que era mejor.
Es decir, la comparación fue realizada para que actuaras, te comportaras, sintieras o fueras como alguien más (prima, hermana, compañera).

Escuchaste comentarios como:

Debes de ser tan estudiosa como tu hermano( lo cual implicaba tu falta de estudio)
Tu prima siempre obedece a su papá (aludiendo a tu desobediencia).
Tu amiga siempre sale muy arreglada de su casa (insinuando tu falta de arreglo personal).

He estudiado las comparaciones durante algún tiempo y puedo señalarte que casi el 90% del tiempo tienen un efecto negativo. Se utilizan para resaltar un aspecto faltante, defectuoso, poco trabajando.

Las comparaciones resultan molestas porque lejos de sumarnos atributos nos los restan
¿Alguna vez has escuchado una comparación positiva?

Por ejemplo:

Rosa, eres mejor amiga que Inés.
Patricia, tu trabajo fue superior al de tus compañeros.
María, eres más hermosa que tu hermana.

Pareciese ser que no existen comparaciones benéficas que produzcan gozo.
Al ser comparadas nuestra reacción inmediata es no hacer aquello que se nos pide.
Entonces si no resulta efectivo ¿Por qué seguimos comparando?
Podría ser que ¿estamos acostumbradas a marcar lo malo, lo faltante, lo que debería ser, y no brindamos reconocimiento en un sentido positivo?

Comparamos para hacer notar que aquello que el otro hace, piensa o siente no me parece, no me resulta suficiente.

Utilizamos la comparación como una forma de comunicación indirecta.
Dicha comunicación se torna poco efectiva. El mensaje que se desea transmitir es ambiguo.

Por ejemplo:

cuando una mamá le dice a su hija:
“Isabel recuerdo que yo era mas ordenada que tu a esta edad. “
¿En realidad qué esta tratando de decir la mamá?
¿Es claro para Isabel el mensaje, la guía de alguna forma?

Nunca he escuchado que la otra persona responda positivamente a la comparación diciendo, “Gracias por compararme ahora me queda muy claro lo que debo cambiar, y me has motivado para modificarlo”
Al contrario contestamos enfurecidas “¡No me compares! ¡No me interesa saber cómo actuabas tu o como actúan los demás!

¿Qué hacer?

Podríamos evitar la nota comparativa e ir directo al grano.
Si deseas que tu pareja, amigo, compañera de trabajo, familiar, hijo hagan algo díselos directamente, y no a través de la comparación.

Modifica tus frases, por ejemplo:

Hijo, considero que tu notas podrían mejorar si dedicas 2 horas extras de estudio.
Y dejar a un lado la comparación: Hijo tu hermano siempre saca mejores calificaciones que tu.

Otro ejemplo:

Amor, que te parece si cada dos meses salimos tu y yo solos.
En vez de: María y su esposo siempre se dan un tiempo para ellos y nosotros nunca hacemos nada solos.

Comparamos y somos comparados, ¿quién romperá esta práctica?





























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Las Comparaciones

Publicado por: Patricia Sandino Ch.




Las comparaciones seguramente te han acompañado a lo largo de la vida.

Si las recuerdas vivamente, indudablemente es porque fuiste comparada con otra que era mejor.
Es decir, la comparación fue realizada para que actuaras, te comportaras, sintieras o fueras como alguien más (prima, hermana, compañera).

Escuchaste comentarios como:

Debes de ser tan estudiosa como tu hermano( lo cual implicaba tu falta de estudio)
Tu prima siempre obedece a su papá (aludiendo a tu desobediencia).
Tu amiga siempre sale muy arreglada de su casa (insinuando tu falta de arreglo personal).

He estudiado las comparaciones durante algún tiempo y puedo señalarte que casi el 90% del tiempo tienen un efecto negativo. Se utilizan para resaltar un aspecto faltante, defectuoso, poco trabajando.

Las comparaciones resultan molestas porque lejos de sumarnos atributos nos los restan
¿Alguna vez has escuchado una comparación positiva?

Por ejemplo:
Rosa, eres mejor amiga que Inés.
Patricia, tu trabajo fue superior al de tus compañeros.
María, eres más hermosa que tu hermana.

Pareciese ser que no existen comparaciones benéficas que produzcan gozo.
Al ser comparadas nuestra reacción inmediata es no hacer aquello que se nos pide.
Entonces si no resulta efectivo ¿Por qué seguimos comparando?
Podría ser que ¿estamos acostumbradas a marcar lo malo, lo faltante, lo que debería ser, y no brindamos reconocimiento en un sentido positivo?

Comparamos para hacer notar que aquello que el otro hace, piensa o siente no me parece, no me resulta suficiente.

Utilizamos la comparación como una forma de comunicación indirecta.
Dicha comunicación se torna poco efectiva. El mensaje que se desea transmitir es ambiguo.

Por ejemplo:

cuando una mamá le dice a su hija:
“Isabel recuerdo que yo era mas ordenada que tu a esta edad. “
¿En realidad qué esta tratando de decir la mamá?
¿Es claro para Isabel el mensaje, la guía de alguna forma?

Nunca he escuchado que la otra persona responda positivamente a la comparación diciendo, “Gracias por compararme ahora me queda muy claro lo que debo cambiar, y me has motivado para modificarlo”
Al contrario contestamos enfurecidas “¡No me compares! ¡No me interesa saber cómo actuabas tu o como actúan los demás!

¿Qué hacer?

Podríamos evitar la nota comparativa e ir directo al grano.
Si deseas que tu pareja, amigo, compañera de trabajo, familiar, hijo hagan algo díselos directamente, y no a través de la comparación.

Modifica tus frases, por ejemplo:

Hijo, considero que tu notas podrían mejorar si dedicas 2 horas extras de estudio.
Y dejar a un lado la comparación: Hijo tu hermano siempre saca mejores calificaciones que tu.

Otro ejemplo:

Amor, que te parece si cada dos meses salimos tu y yo solos.
En vez de: María y su esposo siempre se dan un tiempo para ellos y nosotros nunca hacemos nada solos.

Comparamos y somos comparados, ¿quién romperá esta práctica?

viernes, 29 de mayo de 2009

Un plan de vida para tus hijos

Publicado por: Patricia Sandino Ch.


Muchas veces pasamos por la vida sin cuestionarnos ni reflexionar como si fuésemos veleros a la deriva. Y un día somos padres de alguien, concebimos un hijo el cual entra al ruedo de la vida.

¿Tenemos un plan para nuestros hijos? ¿Sabes qué herramientas de vida les resultarían útiles? ¿Conocen tu filosofía de vida?

Se requiere un poco más que ir existiendo día con día y esperar a que se desarrollen. Los hijos crecen es un hecho con o sin plan de vida. Sin embargo, podemos tomar un papel activo y equiparlos concientemente con herramientas para su desempeño y bienestar en el mundo.

Las enseñanzas, dicen que se transmiten de generación en generación pero nosotros podemos ingerir en ese paso de información, otras costumbres, expectativas e ideas.

En otros palabras, ¿dónde está escrito que debemos enseñar a nuestros hijos todo aquello que aprendimos de nuestros padres?.

¿Consideras que es posible conservar, cambiar, agregar y/o eliminar ciertos aspectos de dichas enseñanzas?

Formas de enseñanza

En nuestra casa de origen o casa materna nos enseñaron implícita o explícitamente normas, costumbres, reglas, lo censurable y lo aplaudible.

Implícitamente es aquello que se aprende con el actuar y modelo de nuestros progenitores y familiares. No se verbaliza mas se encuentra “en el aire”.

Ejemplos de un aprendizaje implícito;

En mi familia de origen, cuando surgía un problema mis padres lo ignoraban frente a los hijos. Como hijos aprendimos a fingir que aquel problema en realidad no existía.


El mensaje implícito detrás de este actuar fué:

-Los problemas no se enfrentan, se ignoran ó
-Los problemas no son comentados con los hijos.

Rosaura tuvo 4 hijos porque observaba que en su familia las mujeres siempre estaban embarazadas y esto causaba admiración. El mensaje implícito detrás de su percepción fue: El procrear es un orgullo para las mujeres.

Enseñanzas explicitas

Son aquellas que se cultivan al ser señaladas verbalmente es decir, se puntualizan.

Ejemplos de un aprendizaje explícito

Cuando los padres dicen:

Le mentiste a tu mamá, en esta casa la mentira es imperdonable, y tu castigo es…
Siempre que molestan a tu hermano menor debes defenderlo, los hermanos se ayudan.

Los modales son enseñanzas explícitas:

“No mastiques con la boca llena.”
“ Cuando llegues a casa ajena, saluda.”

Existe la probabilidad que no hayas concientizado los mensajes, costumbres e ideas que te inculcaron tus padres de forma implícita y/o explícita.

Sin embargo, los has comentado con amigas, al platicar de tu niñez, vida, sentimientos y experiencias, en estas historias se encuentran los mensajes que dejo tu familia en ti.

Conócete y luego decide

1. Escribe las frases, costumbres, episodios de vida e historias por las cuales te guías hoy en día.

2. De aquello que escribes saca las ideas que lo sustentan.

Por ejemplo:

Mis padres me permitían salir a jugar con mis amigos después de hacer la tarea.

La idea transmitida fue: Primero las responsabilidades luego el placer.

3. Tómate tu tiempo, ciertamente no recordaras todo en instante.
Incluso al ir actuando en tu vida diaria te darás cuenta como dichas enseñanzas están plasmadas en ti,

4. Decide qué de aquello que te enseñaron tus padres quieres continuar en tus hijos y qué deseas cambiar.
Claro que te surgirán ideas, mensajes y costumbre propias entonces también pregúntate ¿qué deseo agregar?

El trazar un camino de vida para los hijos permite:

apoderarse de nuestra existencia como padres y dejar de ser balsas a la deriva.
ser percibido como un ser diferenciado de nuestros progenitores.
criarlos con herramientas actuales y pensadas para su bienestar que incluyen nuestra experiencia de vida.
ofrecerles una mejor adaptación al mundo actual.

Las personas que no cuestionan siguen pasando ideas que dados los cambios económicos, políticos y sociales podrían no ser vigentes.

Por ejemplo:

Hoy en día las mujeres trabajan y comparten responsabilidades con la pareja. Nos estamos moviendo hacia una igualdad tanto económica como social.

Si te enseñaron que las mujeres deben quedarse en el hogar y transmites esta idea a tu hija. El resultado será una confusión, ya que la situación laboral que le planteas no va de acorde con los mensajes del mundo fuera de casa.

Recuerda lo que…

Resultó desagradable, no funcionó o implicó un obstáculo para ti, puedes cambiarlo en tus hijos.
Deseaste lo que tus padres hicieran por ti, hazlo por tus hijos.
Funcionó en tu vida transmítelo a tus hijos.
Has aprendido al vivir en este mundo puedes legarlo a ellos.

No se trata de ir cumpliendo todos nuestros sueños en los hijos, sino equiparlos para este mundo con nuestra experiencia de vida.

Ellos, a su vez, al crecer cuestionarán lo que les enseñamos y decidirán con qué se quedan, qué cambian y qué agregan.

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Un plan de vida para los hijos

Publicado por: Patricia Sandino Ch.


Muchas veces pasamos por la vida sin cuestionarnos ni reflexionar como si fuésemos veleros a la deriva. Y un día somos padres de alguien, concebimos un hijo el cual entra al ruedo de la vida.

¿Tenemos un plan para nuestros hijos? ¿Sabes qué herramientas de vida les resultarían útiles? ¿Conocen tu filosofía de vida?

Se requiere un poco más que ir existiendo día con día y esperar a que se desarrollen. Los hijos crecen es un hecho con o sin plan de vida. Sin embargo, podemos tomar un papel activo y equiparlos concientemente con herramientas para su desempeño y bienestar en el mundo.

Las enseñanzas, dicen que se transmiten de generación en generación pero nosotros podemos ingerir en ese paso de información, otras costumbres, expectativas e ideas.

En otros palabras, ¿dónde está escrito que debemos enseñar a nuestros hijos todo aquello que aprendimos de nuestros padres?.

¿Consideras que es posible conservar, cambiar, agregar y/o eliminar ciertos aspectos de dichas enseñanzas?

Formas de enseñanza

En nuestra casa de origen o casa materna nos enseñaron implícita o explícitamente normas, costumbres, reglas, lo censurable y lo aplaudible.

Implícitamente es aquello que se aprende con el actuar y modelo de nuestros progenitores y familiares. No se verbaliza mas se encuentra “en el aire”.

Ejemplos de un aprendizaje implícito;

En mi familia de origen, cuando surgía un problema mis padres lo ignoraban frente a los hijos. Como hijos aprendimos a fingir que aquel problema en realidad no existía.


El mensaje implícito detrás de este actuar fué:

-Los problemas no se enfrentan, se ignoran ó
-Los problemas no son comentados con los hijos.

Rosaura tuvo 4 hijos porque observaba que en su familia las mujeres siempre estaban embarazadas y esto causaba admiración. El mensaje implícito detrás de su percepción fue: El procrear es un orgullo para las mujeres.

Enseñanzas explicitas

Son aquellas que se cultivan al ser señaladas verbalmente es decir, se puntualizan.

Ejemplos de un aprendizaje explícito

Cuando los padres dicen:

Le mentiste a tu mamá, en esta casa la mentira es imperdonable, y tu castigo es…
Siempre que molestan a tu hermano menor debes defenderlo, los hermanos se ayudan.

Los modales son enseñanzas explícitas:

“No mastiques con la boca llena.”
“ Cuando llegues a casa ajena, saluda.”

Existe la probabilidad que no hayas concientizado los mensajes, costumbres e ideas que te inculcaron tus padres de forma implícita y/o explícita.

Sin embargo, los has comentado con amigas, al platicar de tu niñez, vida, sentimientos y experiencias, en estas historias se encuentran los mensajes que dejo tu familia en ti.

Conócete y luego decide

1. Escribe las frases, costumbres, episodios de vida e historias por las cuales te guías hoy en día.

2. De aquello que escribes saca las ideas que lo sustentan.

Por ejemplo:

Mis padres me permitían salir a jugar con mis amigos después de hacer la tarea.

La idea transmitida fue: Primero las responsabilidades luego el placer.

3. Tómate tu tiempo, ciertamente no recordaras todo en instante.
Incluso al ir actuando en tu vida diaria te darás cuenta como dichas enseñanzas están plasmadas en ti,

4. Decide qué de aquello que te enseñaron tus padres quieres continuar en tus hijos y qué deseas cambiar.
Claro que te surgirán ideas, mensajes y costumbre propias entonces también pregúntate ¿qué deseo agregar?

El trazar un camino de vida para los hijos permite:

apoderarse de nuestra existencia como padres y dejar de ser balsas a la deriva.
ser percibido como un ser diferenciado de nuestros progenitores.
criarlos con herramientas actuales y pensadas para su bienestar que incluyen nuestra experiencia de vida.
ofrecerles una mejor adaptación al mundo actual.

Las personas que no cuestionan siguen pasando ideas que dados los cambios económicos, políticos y sociales podrían no ser vigentes.

Por ejemplo:

Hoy en día las mujeres trabajan y comparten responsabilidades con la pareja. Nos estamos moviendo hacia una igualdad tanto económica como social.

Si te enseñaron que las mujeres deben quedarse en el hogar y transmites esta idea a tu hija. El resultado será una confusión, ya que la situación laboral que le planteas no va de acorde con los mensajes del mundo fuera de casa.

Recuerda lo que…

Resultó desagradable, no funcionó o implicó un obstáculo para ti, puedes cambiarlo en tus hijos.
Deseaste lo que tus padres hicieran por ti, hazlo por tus hijos.
Funcionó en tu vida transmítelo a tus hijos.
Has aprendido al vivir en este mundo puedes legarlo a ellos.

No se trata de ir cumpliendo todos nuestros sueños en los hijos, sino equiparlos para este mundo con nuestra experiencia de vida.

Ellos, a su vez, al crecer cuestionarán lo que les enseñamos y decidirán con qué se quedan, qué cambian y qué agregan.

jueves, 28 de mayo de 2009

Publicado por: Patricia Sandino Ch.




1.- La relación que mantenga tu ex esposo con vuestros hijos es responsabilidad de él y no tuya.
Si es buena, mala, productiva, estimulante, amorosa o desamorosa no es tu área de incumbencia. Céntrate en la relación que tú tienes con tus hijos.


2.-No utilices a tus hijos como armas en contra de tu ex esposo o como solucionadores de problemas entre adultos.

3.- No hables mal ni critiques a tu ex frente a tus hijos.
Recuerda que es su padre y que tú en algún tiempo pensaste que era sensacional ya que te casaste con él.

4.- Ten en mente que los divorcios no son 100% responsabilidad de uno de los cónyuges, los dos cargan un porcentaje de ese 100%.
Piensa cuál fue tu contribución y que cambiarías para así aplicarlo en tus próximas relaciones.

5.- Cuando salgas con alguien en una cita, no brindes detalles de tu divorcio o expreses todos tus resentimientos acumulados contra tu ex. Deja a tu ex fuera de la conversación.
La persona con la que sales está interesada en conocerte a ti.

6- Un divorcio emocional tiene una duración de hasta año y medio u dos años. Es doloroso date tiempo para procesarlo.
Experimentarás diversos sentimientos que van desde el enojo, la tristeza, la negación, son sentimientos normales no trates de evadirlos, date tiempo para sentirlos.

7.-El divorcio rompe la rutina ( lo conocido).
Nos quedamos sin saber que hacer a dónde ir, cómo pasar el tiempo. Busca nuevas actividades, planea tu fin de semana con anticipación, tendrás que encontrar otra vez la cotidianeidad que brinda paz y seguridad.

8.-Divorcio no es sinónimo de fracaso sino de mala elección, pobre comunicación, inexperiencia, diversidad de expectativas etc.


9.- Existe el miedo a la soledad a no encontrar pareja, no trates de aliviar dicho miedo con la primera persona que se te presente.
En realidad un clavo no saca otro clavo, es la recuperación y luego la meditada elección la que saca otro clavo efectivo.

10.- Si después de un año siente que no te recuperas y que no lograrás hacerlo, busca ayuda profesional.
Existe la posibilidad de vivir un duelo de divorcio en acompañamiento.











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